Salimos en el TN Vespre de TV3

Sobre el auge de los productos ecológicos, también en el ámbito de la restauración

Lo que comenzó como una moda hace unos años se está convirtiendo en una realidad. El negocio de los productos ecológicos está cogiendo fuerza y la demanda de este tipo de producto aumenta día tras día. En Cataluña, por ejemplo, la superficie dedicada a la producción con criterios de sostenibilidad se ha triplicado en la última década, hasta llegar a las 210.000 hectáreas, de acuerdo con lo que publica el Consell Català de la Producció Agrària Ecològica (CCPAE). El estudio “Otro mundo para un futuro mejor”, de la OCU, por su parte, pone de manifiesto el aumento de la preocupación del consumidor por la sostenibilidad en relación al sector de la alimentación.

 

La economía verde parece haber inspirado la producción ecológica e invita a consumir productos locales, de temporada y de origen ecológico o producción sostenible. Esta tendencia se nota en la venta de carne ecológica, la cual está creciendo en sitios como MercaBarna, una cadena en la que se elaboran piezas de carne convencional pero también donde se comercializa cada vez más con certificación ecológica. Desde 2015 se ha pasado de vender unos 20kg a facturarse unas 20 toneladas anuales. Donde más se nota el aumento es en el mundo de la restauración.

 

De este asunto hemos hablado en el Telenotícies Vespre de TV3 el pasado 3 de julio. Y es que nuestra compañía ha introducido desde hace un tiempo la carne ecológica en sus ventas, aunque sólo, de momento, la del pollo. El director general de Friolisa Pomona Iberia, Joaquim Roca, afirma al respecto: “La tendencia es lenta, la venta de carne ecológica va poco a poco porque es muy difícil llegar con un producto que, aún siendo muy popular, se encarece tres veces más que el pollo normal”. Y es que la carne ecológica requiere una crianza más larga y de más calidad, hecho que se traduce en una producción menor y en unos precios más elevados que en los casos de la carne de crianza intensiva.

 

No es la única dificultad, no obstante. Es muy difícil poderla vender al cliente final, al cliente de restaurante. En ese caso no podemos ponerle una etiqueta al producto, la única manera de indicar que es carne ecológica es haciéndolo en la carta; lo que llega finalmente al plato no podemos certificar que sea ecológico".

 

Aún así la previsión de los mayoristas tanto en la producción como en el consumo de carne ecológica en el mercado catalán es muy positiva. “En mercados como Alemania están creciendo cada año un 22-23% en productos bio y creemos que ésta debe ser nuestra cultura, nuestra forma de ser, ir a buscar una alimentación más saludable y más ecológica”, afirma Roca.

 

Os invitamos a ver la pieza completa a través de este vídeo [minuto 47.30aprox].